• Mujer joven con camiseta deportiva blanca y pantalón azul a rayas sentada en el suelo, realizando un estiramiento de isquiotibiales y cuádriceps. Extiende una pierna y toca la punta del pie con la mano sobre un fondo blanco.

Tendinitis rotuliana: causas, síntomas y tratamientos eficaces

La tendinitis rotuliana, conocida como “rodilla del saltador”, es una lesión por sobrecarga que afecta el tendón rotuliano, una estructura que conecta la rótula con la tibia. Este tendón es esencial para los movimientos de salto, carrera y extensión de la pierna, y suele inflamarse o dañarse cuando se somete a esfuerzos repetitivos.

¿Cuáles son las causas principales de la tendinitis rotuliana?

La tendinitis rotuliana suele aparecer debido a la sobrecarga repetitiva del tendón rotuliano, pero también pueden influir otros factores biomecánicos y musculares. A continuación, se detallan las principales causas de esta lesión:

  1. Sobrecarga repetitiva: Frecuente en deportes que implican saltos y cambios rápidos de dirección, como el baloncesto o el voleibol.
  2. Falta de fortalecimiento muscular: Un desequilibrio en los músculos del muslo puede aumentar la presión sobre el tendón.
  3. Técnica deportiva inadecuada: Puede generar estrés adicional en la rodilla.
  4. Factores biomecánicos: Pies planos, alineación deficiente de la rótula o rigidez muscular aumentan el riesgo.

Síntomas de la tendinitis rotuliana

El dolor es el síntoma más característico de la tendinitis rotuliana, pero puede ir acompañado de otras molestias que afectan el rendimiento y la movilidad. Estos son los síntomas más comunes:

  • Dolor en la parte frontal de la rodilla, justo debajo de la rótula.
  • Molestias al saltar, correr, subir escaleras o al extender la pierna.
  • Rigidez matutina o tras períodos de inactividad.

Tratamiento eficaz

El tratamiento para la tendinitis rotuliana se enfoca en aliviar la inflamación, fortalecer el tendón y corregir posibles factores de riesgo. Dependiendo de la gravedad, las opciones pueden incluir:

  1. Reposo relativo: Evitar actividades que empeoren el dolor, pero mantener movimientos suaves para no perder movilidad.
  2. Terapias físicas:
    1. Ejercicios excéntricos (descenso controlado de la pierna) para fortalecer el tendón.
    2. Estiramientos del cuádriceps y los isquiotibiales para reducir la tensión.
  3. Hielo y antiinflamatorios: Para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  4. Terapias avanzadas: En casos crónicos, se pueden utilizar ondas de choque o infiltraciones de plasma rico en plaquetas (PRP) para estimular la reparación del tendón.
  5. Corrección biomecánica: Uso de plantillas ortopédicas o mejora de la técnica deportiva.

Si no se trata correctamente, la tendinitis rotuliana puede volverse crónica y afectar la calidad de vida. Identificar las causas y aplicar un tratamiento adecuado son claves para la recuperación. Consultar a un especialista es fundamental para un manejo adecuado y una recuperación completa.

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