• Un deportista con ropa deportiva oscura está sentado en el borde de un coche, sosteniendo su rodilla con ambas manos. Se observa un efecto visual en rojo sobre la articulación, indicando dolor o lesión. La imagen resalta el malestar en la rodilla tras una posible lesión.

Luxación de rótula: síntomas, causas y tratamientos

La luxación de rótula ocurre cuando la rótula, el hueso redondeado que se encuentra en la parte frontal de la rodilla, se desliza fuera de su posición normal en el surco femoral. Es una lesión dolorosa y relativamente común, especialmente en personas jóvenes y activas.

Causas de la luxación de rótula

La luxación de rótula puede producirse por diferentes factores, desde traumatismos hasta características anatómicas que predisponen a la inestabilidad de la articulación.

  1. Traumatismos directos: Un golpe fuerte en la rodilla puede desplazar la rótula.
  2. Movimientos bruscos o giros: Son frecuentes durante actividades deportivas.
  3. Factores anatómicos: Una alineación deficiente de la rótula, debilidad muscular o una articulación más laxa (hiperlaxitud) pueden predisponer a esta lesión.

¿Cuáles son los síntomas principales de una luxación de rótula?

El desplazamiento de la rótula suele provocar dolor intenso y una notable dificultad para mover la pierna. Además, la rodilla puede mostrar signos evidentes de inflamación o deformidad. Estos son los síntomas más frecuentes:

  • Dolor intenso en la parte frontal de la rodilla.
  • Hinchazón inmediata.
  • Deformidad visible, ya que la rótula se encuentra desplazada hacia un lado.
  • Dificultad o imposibilidad para mover la pierna afectada.

En muchos casos, la rótula vuelve a su lugar de manera espontánea al estirar la pierna, pero sigue siendo necesaria una evaluación médica para evitar complicaciones futuras.

Tratamientos

El tratamiento de la luxación de rótula dependerá de la gravedad del caso y si hay daños asociados, como lesiones en los ligamentos o cartílago. En algunos casos, se opta por un enfoque conservador, mientras que en otros puede ser necesaria la cirugía.

Conservador

Cuando la luxación es aislada y no hay daño estructural significativo, se recurre a un tratamiento conservador para estabilizar la rodilla y prevenir nuevas luxaciones.

  • Reducción de la luxación (reposicionar la rótula).
  • Inmovilización con férula o rodillera.
  • Fisioterapia para fortalecer los músculos del muslo (especialmente el cuádriceps) y mejorar la estabilidad.

Quirúrgico

Es el enfoque recomendado cuando la luxación se repite con frecuencia o hay daño en los ligamentos o cartílago, la cirugía puede ser la mejor opción. Existen diferentes procedimientos según la causa del problema y las necesidades del paciente. Puede implicar realinear la rótula, reparar ligamentos o corregir problemas anatómicos.

Prevenir luxaciones recurrentes pasa por fortalecer la musculatura de la rodilla y mantener un buen control del peso corporal.

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