• Una mujer joven realizando ejercicios de rehabilitación sobre una pelota de estabilidad en un gimnasio. Está estirada hacia atrás, apoyando su espalda en la pelota, con los brazos extendidos y las piernas flexionadas. Lleva un top deportivo rosa y pantalones cortos negros. La imagen destaca la zona de la cadera con una señal luminosa roja, indicando tratamiento en esa área tras una cirugía por pinzamiento de cadera.

Recuperación tras una cirugía por pinzamiento de cadera

José ya se ha decidido. Tiene desde hace un año un pinzamiento de su cadera que le impide realizar su vida normal. Su trabajo le obliga a conducir muchas horas a la semana y tanto entrar y salir del coche lo que hace es aumentar su dolor. Ni se plantea hacer deporte, ni pádel ni correr porque es incapaz. Por lo menos tiene un diagnóstico y un tratamiento.

¿Me volverá a pasar?

Pero, aunque tiene claro que su problema debe solucionarse con cirugía, hay una duda que le persigue. Está dispuesto a entrar en un quirófano con el miedo que eso da siempre. Pero ¿será un tratamiento definitivo o tendrá alguna secuela? ¿Deberá operarse más veces en el futuro o ya estará solucionado? Ese tipo de preguntas le persiguen desde hace días y antes de operarse nos viene a preguntar.

Pues bien, la mayor parte de pinzamientos se resuelven con la primera y única cirugía. Al ser mayoritariamente un problema mecánico, un choque entre dos estructuras y poderse operar, se eliminan estas partes que han crecido de más. Con ello se controla el problema. Una vez pasada su rehabilitación y readaptación toda esta historia pasa al recuerdo.

Tasas de recuperación tras una cirugía por pinzamiento de cadera.

Pero también es cierto que no todo el mundo tiene esta evolución tan buena. En la mayor parte de pacientes, sobre todo los más jóvenes y los profesionales del deporte, no solamente se controlan los síntomas de dolor y funcionalidad, sino que vuelven al mismo nivel de deporte que hacían. Y hablamos de tasas de más del 90-95% de los pacientes que llegan a operarse.

Entonces qué pasa con los pacientes que siguen con dolor. Más adelante hablaremos de los problemas y secuelas que deja tanto el pinzamiento como la propia cirugía. Aquí lo que José se pregunta es que al crecerle una parte del hueso y producirle este dolor, su primera duda es sobre si le volverá a pasar lo mismo. Volverá o no a crecer este hueso.

El sobrecrecimiento que acaba dando el choque se produce en su mayor parte durante nuestra etapa de crecimiento, especialmente en la adolescencia. Aquí solemos tener un mayor peso, una mayor altura, realizamos actividad física y hay un crecimiento acelerado. Se dan las condiciones perfectas para que, en personas con cierta predisposición, el hueso crezca de más y luego nos de problemas. Lo bueno es que años después todo este panorama ya no se repite. Por tanto, el potencial de crecimiento no se vuelve a dar y no vuelve a crearnos un pinzamiento.

Avances y retos en la cirugía de pinzamiento de cadera.

El problema que solemos tener es que en la cirugía nos quedamos cortos al reducir hueso. No existe una línea exacta hasta donde tenemos que quitar hueso, y además en cada paciente se dan unas características un poco particulares que no permitan definir una medida igual para todo el mundo.

Tampoco existen en la actualidad unos medios quirúrgicos que nos permitan fresar exactamente al ángulo que hayamos podido calcular sobre las radiografías, TAC o resonancia. En la actualidad estamos desarrollando mecanismos virtuales y de realidad aumentada que nos ayudarán a resolver este punto y por tanto nos aseguraremos de que podamos afinar mucho mejor en la cirugía.

De todos modos, no debemos obsesionarnos con conseguir un determinado número de mm o de grados porque los patrones de normalidad son un poco amplios y lo más importante es si en el movimiento se produce un pinzamiento o no. Para entenderlo mejor, las pruebas de imagen son como los fotogramas de una película. Queremos entender el guion de toda la película viendo estos fotogramas. A veces esto puede ser difícil de conseguir.

En definitiva, podemos decirle a José que, si su deformidad la podemos corregir, es muy poco probable que vuelva a tener un pinzamiento. Los crecimientos que se producen en edad adulta tienen más que ver con espículas y osteofitos que crecen en relación con la artrosis. Es decir, si vemos que vuelve a crecer un trozo amplio de hueso es que no estamos ante un pinzamiento de cadera habitual sino ante una cadera con artrosis que sigue su proceso de desgaste y crecimiento de tejido.

 

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  • Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Instituto Cugat

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