Iván no es capaz de lanzar el córner. Ni siquiera puede hacer un sprint para disputar un balón. Hace más de 3 meses que no puede mantener el ritmo de entrenamientos y mucho menos disputar un partido. Todo empezó un día con un movimiento brusco y lo que en principio parecía un mal gesto, una pequeña lesión de alguna fibra o algo parecido, no solamente no disminuye, sino que cada vez va a más. Y desde hace alguna semana le empieza a afectar en cosas habituales, como entrar y salir del coche o algunas veces le despierta al darse la vuelta en la cama.
Diagnóstico del pinzamiento de cadera.
Le han diagnosticado un pinzamiento después de dar varias vueltas, pero afortunadamente a través de la Mutualidad de Futbolistas que tiene en Barcelona, le han diagnosticado en su primera visita. Le sorprendió como esta patología que sus médicos de la Federación de Fútbol conocen tan bien sea todavía una gran desconocida para una gran parte de la medicina.
Y es que, como muchos aspectos de la medicina y traumatología deportiva, existen algunas lesiones que son muy típicas de algunos deportes y que no se diagnostican tanto en población general. Pero, y aquí está el problema, en realidad sí que aparecen en población no deportista. La cuestión es que no se diagnostican y van avanzando en el grado de lesión.
Pinzamiento de cadera en deportistas.
En deportistas que requieren un uso alto de su cadera, como en el fútbol, las artes marciales, el hockey o la gimnasia rítmica y la natación sincronizada, se produce una necesidad muy alta de realizar determinados movimientos de la cadera. Y se repiten movimientos muchas veces. Además, se realizan en edades donde los jugadores y deportistas están todavía creciendo. Esto favorece ciertas deformidades que pueden acarrear un pinzamiento de cadera y por tanto una serie de lesiones en las caderas.
Pero cuando podemos resolver el pinzamiento de cadera, la capacidad de volver a sus actividades es la misma que antes de lesionarse. De hecho, las personas que realizan deporte a nivel competitivo, y sobre todo los jóvenes, tienen unas tasas muy altas de volver a jugar y de hacerlo al mismo nivel de competición que antes de su lesión.
Edad y recuperación.
Encontramos pacientes con lesiones por pinzamiento de cadera a edades muy tempranas, como los 13 o 14 años. Acuden por mucho dolor, al punto de no poder realizar su vida normal. El problema es que la mayoría todavía no presentan una deformidad evidente, con tejidos que sí quedan pinzados, pero todavía con su estructura ósea en formación. Cuando hemos sido capaces de diagnosticarlos y realizarles una corrección del tejido que realizaba su pinzamiento, estos jóvenes deportistas han podido reincorporarse otra vez a sus competiciones, en tasas de más del 95%.
De la misma forma los pacientes deportistas profesionales que acuden por un problema de pinzamiento que les impide entrenar, o competir a su ritmo, y podemos resolverlo mediante una artroscopia de cadera, se recuperan a muy alta velocidad y vuelven a jugar al mismo nivel. Este grupo es el que más rápido lo hace, con tasas de más del 90% en un tiempo menor a los 4 meses.
La principal limitación para no volver al mismo nivel suele ser la edad y el grado de lesiones que presentan en sus caderas. Deportistas al final de su vida de competición, con lesiones de cartílago avanzadas son los que más dificultad tienen para volver a jugar o hacerlo el tiempo que ellos querrían.
Tiempo de recuperación.
El tiempo para volver a realizar deporte varía entre los 3 o 4 meses que necesitan los pacientes profesionales y los 5 o 6 meses de los amateurs. Entre los primeros hay que pensar también en profesionales de gimnasio. Pacientes que se ganan la vida dando clases de body pump, spinning o todo un mundo de clases dirigidas, con sesiones de 7 u 8 horas diarias.
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