• Vista trasera de las piernas, desde los pies hasta justo por encima de las rodillas, de una corredora sobre el asfalto. Calza unas deportivas de color amarillo y está con los talones en alto. Se ve claramente la zona del tendón de Aquiles a la que hace referencia este artículo.

Tendón de Aquiles

El tendón de Aquiles es esencial para la función biomecánica de la pierna. Su ubicación en la parte posterior de la pantorrilla lo convierte en uno de los tendones más grandes y robustos del cuerpo humano. Sin embargo, sufre de susceptibilidad a lesiones que van desde tendinopatías hasta rupturas completas.

En este artículo abordamos algunas de las preguntas más comunes relacionadas con el tendón de Aquiles, incluyendo su anatomía, causas de lesión, métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento, con el objetivo de ofrecer una guía informativa para aquell@s que buscan comprender y abordar problemas relacionados con este importante tendón.

1.- ¿Dónde se encuentran el tendón de Aquiles?

El tendón de Aquiles o tendón sural es el tendón de inserción del tríceps sural (gemelos y sóleo) en el calcáneo, se encuentran en la parte posterior de la pantorrilla y se considera el tendón más grande y potente del cuerpo humano junto con el tendón del cuádriceps y el rotuliano.

2.- ¿Por qué y cómo se puede lesionar el tendón de Aquiles?

Los tendones sufren cada vez que se realiza la contracción muscular pero los mecanismos de autoregeneración del tejido hacen que no tengamos consciencia de ello, cuando estos mecanismos son sobrepasados por sobrecargas mecánicas o mecanismos inflamatorios pueden provocar diferentes enfermedades del tendón de Aquiles como son las tendinopatías no insercionales, las insercionales o la ruptura de este.

3.- ¿Cómo se diagnostica la rotura?

El diagnóstico de la ruptura del tendón de Aquiles es eminentemente clínico, con la anamnesis de la lesión (signos de la pedrada, gran tirón en la parte posterior de la pierna o incluso la sensación de que nos han dado una patada en la pantorrilla), la exploración clínica con signos de discontinuidad del tendón como la maniobra de Hoffman y la imposibilidad de ponerse de puntillas o elevar el cuerpo en apoyo monopodal.

El diagnóstico complementario de la ruptura se puede realizar mediante ecografía y en caso de dudas, incluso una resonancia magnética. En casos de rupturas crónicas estas últimas son básicas para una correcta planificación del tratamiento.

4.- ¿Qué tratamiento nos aconseja?

Hay mucha discusión en cuanto a la indicación de tratamiento de estas lesiones pues en la población general los artículos en la literatura presentan una evolución similar en cuanto a actividades habituales en el manejo conservador y quirúrgico, incluso afirmando que antes las complicaciones y riesgos de la cirugía, sería mejor el tratamiento conservador.

No obstante, la indicación de tratamiento, a mi parecer, debe ser individualizada en cada paciente, según sus características, sus enfermedades asociadas, su limitación funcional y sus actividades recreativas, deportivas y laborales.

5.- En caso de que sea tratamiento conservador ¿qué realizaremos?

El tratamiento conservador se basa en la inmovilización del tendón aproximando los bordes de la ruptura para que se produzca un proceso de cicatrización del tendón.

Habitualmente se inmoviliza alrededor de unas 6-8 semanas pasando de un pie en equino (flexión plantar) a un pie en neutro progresivamente cada 2-3 semanas con una bota de marcha con cuñas. El control del tratamiento y la evolución del tendón se realiza tanto clínica como ecográficamente.

6.- Y si fuera quirúrgico, ¿qué técnicas se utilizan?

Dependiendo del tipo de ruptura de Aquiles se puede optar por diferentes técnicas, en el caso de lesiones agudas traumáticas de poco tiempo de evolución el tratamiento más habitual es la sutura del mismo, ya sea por incisión convencional, mini-open o percutánea con hilo de sutura y posteriormente inmovilización y rehabilitación funcional progresiva.

En caso de lesiones más crónicas de semanas o meses de evolución se tiene que evaluar el tejido del tendón y según el caso se puede realizar aportes de injerto autólogo (como el plantar delgado), refuerzo con fascia de los gemelos e incluso transferencias del flexor del dedo gordo en casos con muy mal tejido de base.

7.- ¿En cuánto tiempo la lesión estará curada?

El proceso de cicatrización de los tendones ronda las 6-8 semanas, así que hasta entonces el estiramiento pasivo del tendón y la contracción súbita deben ser evitados y durante los primeros 3 meses bien controlados por el fisioterapeuta.

8.- ¿En cuánto tiempo podré volver a hacer deporte?

La ruptura del tendón de Aquiles es una lesión grave que puede acarrear secuelas pese al tratamiento y a la buena curación del tendón, hay un porcentaje de deportistas con lesiones de Aquiles que tienen limitación para volver al nivel de actividad previo a la lesión, así que la mejor terapéutica es la prevención de lesiones.

La vuelta al deporte tras este tipo de lesiones suele rondar de unos 5 a 8 meses, dependiendo del deporte y de la evolución de cada paciente (tampoco es extraño el volver al nivel de competición previo hacia el año de la lesión, sobre todo en deportes con salto y con potencia de gemelos)

9.- ¿Qué consejos nos daría para mantener los tendones de Aquiles en buena forma y evitar futuras lesiones?

El mejor consejo que podemos dar es que siempre hay que intentar evitar la lesión, evidentemente esto se basa en la prevención de lesiones, adecuar una buena elasticidad del tejido con una pauta de estiramientos de las extremidades inferiores y en particular gemelos y sóleo.

Junto a los estiramientos, que son los grandes olvidados muchas veces en la práctica deportiva, un buen estado de forma con carga de trabajo adecuada y una buena pauta de tonificación es crucial para mantener sanos nuestros tendones.

  • Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del Instituto Cugat

Síguenos

Recientes

Encuéntranos en Facebook