La patología degenerativa articular y tendinosa por sobreuso en la mano puede tener tanto un origen laboral, como deportivo o por malos hábitos y posturas adquiridos o exceso de actividad del dedo pulgar.
Afectan por igual a ambos sexos, pueden aparecer a cualquier edad y derivar de adulto en degeneración artrósica y tendinopatías crónicas de la mano.
La muñeca, como parte vecina y vinculada a la mano, en virtud de su movilidad alrededor de los 3 ejes del espacio, tiene la finalidad de favorecer que el dedo pulgar, el más fundamental de los dedos, pueda oponerse al resto para realizar tanto labores de pinza como de garra.
Tanto en actividad laboral repetitiva como en práctica deportiva intensiva y a menudo concentrada en el fin de semana como por el uso y abuso cada vez más frecuente de móviles “smartphones” de gran tamaño y “tablets”, aparecen sobrecargas tendinosas y articulares que se manifiestas por la aparición de los típicos síntomas inflamatorios (calor, dolor, a veces rubor, e impotencia funciona crecientes) que si bien en principio pueden resolverse espontáneamente y en escaso período de tiempo, habitualmente pueden prolongarse en el tiempo hasta hacerse crónicos.
En todos los casos la repetitividad de los movimientos durante prolongados períodos de tiempo o la persistencia de posturas forzadas con la mano, entrañan dolor y rigidez de muñeca/dedos, con entumecimiento, hormigueos y rampas musculares tenares del dedo pulgar y de los músculos interóseos.
En los niños y adolescentes precoces, en los que existe hiperlaxitud articular y falta de desarrollo muscular, la patología tendinosa es poco frecuente. Es más habitual la sobrecarga articular y muscular. Hay que insistir en evitar pautas de entreno inadecuadas para un esqueleto inmaduro y en crecimiento, ya que las pautas repetitivas que a menudo se aplican al deportista adulto de élite, les estimula poco y sobrecarga muscularmente. En cuanto al tema de los “smartphones” hay que procurar intercalar períodos de descanso, ya que el diseño y tamaño (cada vez mayor) está pensado para que los sostengan manos de adulto, no de niños.
En los adultos, tanto si la sobrecarga de la mano la provoca una actividad laboral o deportiva, hay que buscar la ergonomía de la actividad e intercalar también periodos de descanso o de actividades de relajación de las estructuras afectadas. En este caso las estructuras que se sobrecargan son tanto elementos osteo-cartilaginosos, capsulares, ligamentosos, músculo-tendinosos y nerviosos.
De esta manera, además de posibles microtraumas repetitivos que deriven en afectaciones osteo-articulares (Enfermedad de Kienböck, artropatía degenerativa trapecio-metacarpiana, gangliones, sinovitis, inestabilidades), son frecuentes las patologías de las correderas tendinosas y sus vainas (tendinitis/tenosinovitis, Tendinopatía Estenosante de De Quervain, dedos en resorte y en gatillo) e incluso las neuropatías del mediano y cubital (Síndromes del Túnel Carpiano y del Canal de Guyón).
Ante todo debe prevalecer la prevención, evitando la sobrecarga continuada con pausas compensadoras, estiramientos articulares y tendinosos, y si persiste la sintomatología, acudir al especialista, que determinará el origen, la magnitud y el alcance del problema, corrigiendo los malos hábitos funcionales adquiridos e indicando en cada caso el tratamiento más conveniente, sea tratamiento médico, fisioterápico, ortopédico con ortesis de descarga, bio-regenerador, una combinación de los mismos, e inclusive el tratamiento quirúrgico.
INSTITUTO CUGAT
