• Atleta masculino en posición de salida en una pista de atletismo, inclinado hacia adelante con las manos apoyadas en el suelo, rodeado de competidores en el fondo. Las rodillas soportan gran parte de la tensión en esta postura, destacando la importancia de los meniscos para amortiguar impactos y estabilizar la articulación en deportes de alta intensidad.

El papel de los meniscos en la estabilidad de la rodilla

¿Qué son los meniscos de la rodilla y cuál es su función?

Los meniscos de la rodilla son estructuras fundamentales en esta articulación. Se trata de dos piezas de cartílago con forma de medialuna que se encuentran entre el fémur y la tibia. Su misión principal es amortiguar los impactos, estabilizar la rodilla y distribuir de manera uniforme el peso corporal durante el movimiento.

Tipos de meniscos en la rodilla

Cada rodilla tiene dos meniscos: el «menisco medial o interno», ubicado en el interior, y el «menisco lateral o externo», en la parte externa.

Menisco medial o interno

Este menisco se encuentra en la parte interna de la rodilla. Es menos móvil que el menisco lateral, lo que lo hace más susceptible a lesiones, especialmente durante giros bruscos o movimientos de torsión.

Menisco lateral o externo

Ubicado en la parte externa de la rodilla, el menisco lateral es más flexible y resistente. Aunque también puede lesionarse, su mayor movilidad reduce el riesgo comparado con el menisco medial.

¿De qué están formados los meniscos?

Desde un punto de vista científico, los meniscos de la rodilla están formados principalmente por:

  1. Fibras de colágeno organizadas para soportar fuerzas de compresión y tracción.
  2. Condrocitos: Células especializadas responsables de mantener la integridad del cartílago.

Gracias a su forma y composición, los meniscos pueden absorber hasta un 50% de la carga que pasa por la rodilla, ayudando a prevenir el deterioro del cartílago articular.

Si quieres saber más sobre la relación entre los meniscos y el cartílago articular, consulta nuestro artículo dedicado al cartílago articular.

¿Por qué los meniscos son tan importantes para la rodilla?

Los meniscos actúan como «colchones» que protegen la articulación. Sus funciones principales son:

  • Reducir el desgaste: Al actuar como amortiguadores, protegen la articulación de movimientos bruscos.
  • Estabilizar la rodilla: Permiten que la articulación funcione correctamente durante actividades como caminar o correr.
  • Distribuir la carga: Reducen el impacto y el estrés en los huesos al realizar movimientos diarios o deportes.

Lesiones comunes de los meniscos

¿Qué puede causar una lesión de menisco?

Las lesiones en los meniscos de la rodilla pueden ocurrir debido a:

Traumatismos agudos: Movimientos bruscos, como un giro rápido mientras se practica un deporte.

Degeneración con el tiempo: Desgaste natural por la edad o actividades repetitivas que sobrecargan la articulación.

Principales síntomas de una lesión en el menisco

  • Dolor en la rodilla, especialmente al moverse o cargar peso.
  • Inflamación o hinchazón.
  • Bloqueo articular, dificultando la extensión completa de la pierna.

Tratamiento para las lesiones de meniscos

Fisioterapia y cuidados conservadores

El tratamiento dependerá del tipo de lesión. En algunos casos, la fisioterapia (ejercicios específicos para fortalecer los músculos que rodean la articulación y mejorar la estabilidad) puede ser suficiente.

¿Cuándo es necesaria una cirugía artroscópica?

Si la lesión es severa o afecta la funcionalidad de la rodilla, puede ser necesario realizar una cirugía artroscópica. Este procedimiento permite:

  • Reparar el menisco dañado.
  • Extirpar la parte lesionada para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

Cuidar de tus meniscos de la rodilla es esencial para la salud de tus rodillas. Evitar sobrecargas y fortalecer los músculos que rodean la articulación son claves para su protección. Esto te permitirá mantener tus rodillas sanas y disfrutar de una vida activa.

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