• Se ve una paciente desde la parte superior de las piernas hasta los pies en primer plano tumbada sobre una camilla con una rodillera especial que le coge desde el cuadríceps hasta la parte superior de la espinilla. Al fondo se ven más camillas y varias máquinas de hacer ejercicio. Parece que están en una sala de recuperación.

Luxación recidivante de rótula

La luxación recidivante de rótula, también conocida como inestabilidad de rótula o luxación recurrente de rótula, es una condición en la cual la rótula (patela) se desplaza de su posición normal en la tróclea del fémur y se sale de la articulación de la rodilla de manera repetida.

Posibles causas de la luxación recidivante de rótula.

Esta condición suele ocurrir debido a una combinación de factores anatómicos y funcionales, como:

  1. Factores anatómicos: Algunas personas pueden tener una predisposición anatómica, como una tróclea poco profunda (el surco en el fémur donde se aloja la rótula), un ángulo Q aumentado (ángulo formado por la línea de tracción del cuádriceps y la tibia), una posición alta de la rótula o debilidad de los tejidos que mantienen la rótula en su lugar.
  2. Debilidad muscular: La debilidad o desequilibrio en los músculos que rodean la rótula, especialmente el cuádriceps y los músculos vastos mediales y laterales, puede contribuir a la inestabilidad de la rótula.
  3. Trauma: Un evento traumático, como una lesión o una caída, puede causar una luxación aguda de la rótula. Después de una luxación inicial, la articulación de la rodilla puede volverse más propensa a sufrir luxaciones recurrentes.

Síntomas.

Los síntomas de la luxación recidivante de rótula pueden incluir dolor agudo, hinchazón, incapacidad para mover la rodilla, sensación de «salto» o «deslizamiento» de la rótula y dificultad para caminar o realizar actividades físicas.

Tratamiento.

El tratamiento de la luxación recidivante de rótula puede variar según la gravedad y la causa subyacente de la afección. En casos leves, se pueden emplear medidas conservadoras, como fisioterapia para fortalecer los músculos de la rodilla, uso de ortesis o rodilleras de apoyo y modificaciones en la actividad física.

En casos más graves o persistentes, se puede considerar la cirugía para estabilizar la rótula y corregir los factores anatómicos contribuyentes.

Es importante consultar a un médico especialista en ortopedia o traumatología para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento específico en caso de sospecha de luxación recidivante de rótula.

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