Lesiones de tobillo en la práctica deportiva

La actividad física es uno de los pilares básicos de las recomendaciones de las OMS para tener un estilo de vida saludable junto a una buena alimentación e hidratación.

Un buen estado físico mejora las funciones cardiovasculares y mejora la musculatura en general, pilar básico de la conservación y el buen uso de las articulaciones.

La práctica de deporte promueve una mejor función y metabolismo de las articulaciones, músculos y tendones, esencial en estos tiempos en que, debido al mejor tiempo aumenta la actividad física y el deporte entre la población.

No obstante, la actividad física y el deporte también comportan un posible incremento de lesiones y un porcentaje importante de ellas se pueden localizar en los tobillos.

Con el buen tiempo hay un aumento considerable de actividad deportiva, la práctica de senderismo, carrera continua, deportes de equipo, etc. suponen un aumento del numero de lesiones.

Quién más y quién menos ha sufrido un esguince del tobillo en algún momento de la práctica deportiva. Y el problema radica muchas veces en la banalización de estas lesiones, que puede contribuir a un aumento de las secuelas de estos esguinces.

El esguince de tobillo, sobretodo en inversión (lateral) es una de las lesiones más frecuentes de la práctica deportiva, con una incidencia elevada en cualquier momento de la práctica deportiva y a cualquier edad.

Puede ser una lesión leve en la mayoría de los casos pero puede acarrear lesiones importante, secuelas y puede conllevar el pasar por quirófano.

El paso más importante que debemos realizar tras un esguince de tobillo es evaluar la lesión de las estructuras ligamentosas, descartar lesiones óseas e iniciar un tratamiento adecuado.

En los últimos años, el tratamiento de estas lesiones en su fase aguda se basa en el acrónimo POLICE (Protection, Optimal Loading, Ice, Compression, Elevation), es decir:

  • Proteger el tobillo con vendaje o tobillera
  • Realizar una carga tolerada (no se debe guardar reposo absoluto pero si hay dolor se puede variar de no apoyar nada a poner todo el peso del cuerpo según tolerancia)
  • Frío local
  • Compresión con un vendaje para evitar edema e hinchazón
  • Elevación del pie

No obstante, se debe evaluar también el dolor en puntos óseos y la capacidad de carga y en caso de duda, realizar radiografías para descartar lesiones del peroné y la tibia e incluso de la base del 5º metatarsiano del pie, ya que frecuentemente pueden pasar desapercibidas.

El correcto manejo de estos esguinces nos puede evitar complicaciones futuras como dolores residuales e inestabilidades del tobillo, incluso pasar por quirófano.

La evaluación del tobillo por un especialista y un correcto tratamiento fisioterápico son esenciales para recuperar la articulación con una buena propiocepción y un correcto movimiento para que podamos disfrutar de la actividad física y el deporte que nos guste.

En caso de que la evolución del esguince no sea la esperable, las secuelas de estos esguinces pueden ser solventados mediante artroscopia de tobillo, siendo esta una técnica quirúrgica que utilizamos de forma regular hace años desarrollando y definiendo nuevas patologías, nuevos tratamientos y programas integrales de diagnóstico, tratamiento y recuperación para estas lesiones.

Dr. David Barastegui
  • Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología
  • Unidad de Cirugía Artroscópica de Tobillo
  • Instituto Cugat

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