La tendinitis y la tendinopatía del tendón rotuliano son patologías comunes, especialmente entre las personas que practican deportes o que realizan actividades agotadoras para el sistema musculoesquelético de la rodilla.
Para ayudar a realizar la extensión de la pierna, el tendón rotuliano juega un papel fundamental en el proceso.
Un tendón inflamado o degenerado, sin embargo, puede ser doloroso y limitar el rango de movimiento y nuestras actividades diarias.
¿Qué es la tendinitis?
La tendinitis del tendón rotuliano es una inflamación de este tendón, el cual desempeña un papel fundamental en la extensión de la rodilla. El término «tendinitis» proviene de las palabras “tendi”, que significa tendón, y “itis”, que significa inflamación.
Esta afección suele desarrollarse debido al uso excesivo o a movimientos repetitivos, lo cual es común en deportes que exigen mucho de las rodillas, como el baloncesto, el fútbol y el running.
Por lo general, los pacientes experimentan dolor localizado debajo de la rótula, que tiende a empeorar al correr, saltar o subir pendientes. Además de la molestia, esta inflamación puede limitar considerablemente el rango de movimiento y afectar el desempeño en actividades diarias o deportivas.
¿Qué es la tendinopatía?
Cuando la inflamación del tendón rotuliano persiste y no se trata adecuadamente, puede evolucionar hacia una tendinopatía. En esta etapa, las fibras del tendón comienzan a degenerarse, volviéndose más débiles y propensas a rupturas o desgarros.
Esto no solo aumenta el dolor, sino que también disminuye la capacidad del tendón para soportar la tensión normal, lo que lo hace más vulnerable a lesiones graves.
Causas comunes
La principal suele ser derivada de cualquier uso repetitivo de la rodilla. Una mala técnica de entrenamiento, calzado inadecuado o un desequilibrio en la fuerza muscular entre cuádriceps e isquiotibiales pueden causar tendinitis o tendinopatía.
Sintomatología típica
- Dolor localizado debajo de la rótula, especialmente al correr, saltar o subir escaleras.
- Rigidez matutina.
- Sensibilidad al tacto en el tendón afectado.
- Sensación de debilidad en la rodilla afectada.
¿Cómo se tratan estas afecciones?
Depende de la severidad, pero generalmente debería haber reposo y fisioterapia. En casos más graves, algún tipo de intervención específica. Afortunadamente, en los últimos años, la ortobiología ha demostrado ser un área muy útil para regenerar tejido tendinoso dañado, y utilizamos PRP.
PRP – ¿Qué es y por qué es efectivo?
El plasma rico en plaquetas (PRP) es un tratamiento innovador que utiliza las propias plaquetas y plasma del paciente para acelerar la recuperación de tejidos dañados. Este procedimiento aprovecha los factores de crecimiento presentes en las plaquetas, los cuales actúan como mensajeros que estimulan la reparación y regeneración de los tejidos.
El proceso es relativamente simple: primero, se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente. Esta sangre se coloca en una centrifugadora que separa las plaquetas y el plasma del resto de los componentes sanguíneos. Posteriormente, las plaquetas se activan con cloruro cálcico, lo que potencia su capacidad regenerativa.
El preparado de PRP se inyecta directamente en la zona afectada bajo control ecográfico, lo que asegura una colocación precisa. Este tratamiento es efectivo porque las plaquetas liberan factores de crecimiento que actúan como ‘mensajeros’, indicando a las células que reparen el tejido dañado y modulen la respuesta inflamatoria.
Al aplicarse en el tendón rotuliano, estos factores de crecimiento aceleran la recuperación, reducen la inflamación y promueven la regeneración de las fibras del tendón, ayudando a restaurar la función de la rodilla.
Otras opciones de tratamiento
Además del PRP, existen otras opciones de tratamiento complementario para la tendinitis o tendinopatía del tendón rotuliano. Estas incluyen:
- Reposo activo y ajuste de actividad física: Es fundamental evitar cualquier actividad que aumente la lesión mientras se completa la recuperación.
- Terapia física: Ejercicios específicos para fortalecer el cuádriceps y estirar los músculos del muslo pueden ayudar a reducir la tensión sobre el tendón.
- Terapias de soporte: Crioterapia y el uso de bandas de soporte para la rodilla pueden estabilizar el tendón y reducir la inflamación.
Conclusión
La tendinitis y tendinopatía del tendón rotuliano son afecciones dolorosas que limitan nuestras actividades diarias, pero, gracias a un tratamiento adecuado, podemos recuperarnos por completo. El tratamiento con PRP es una clave para el éxito en la regeneración del tejido y una opción exitosa para quienes buscan una solución moderna y menos invasiva a nuestros problemas.
Entonces, si tienes dolor de rodilla o si crees que puedes tener un caso de tendinopatía, no dudes en consultar a un especialista. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones a largo plazo.
Si quieres saber más, aquí tienes información sobre la rotura del tendón rotuliano.