¿Por qué es importante el tendón rotuliano?
El tendón rotuliano es uno de los tejidos más importantes de la rodilla porque contribuye a la extensión de dicha articulación. Su labor es esencial porque une el hueso de la rótula con la tibia y, por tanto, permite la extensión de la rodilla.
Su rotura plantea una imposibilidad para la extensión de la rodilla y por tanto impide al paciente caminar o simplemente permanecer de pie. Por ello, ante una lesión de este tipo, el objetivo médico es reconstruir el tendón para permitir que la rodilla pueda conservar la capacidad de extensión.
¿Cómo puede ocurrir la rotura del tendón rotuliano?
Los tendones rotulianos se rompen en dos grandes grupos de pacientes. Los pacientes que realizan de una forma activa deporte, jóvenes, someten a sus tendones a una alta demanda funcional y pueden generar un movimiento seco, brusco que puede sobrepasar la resistencia del tendón y romperlo. Son casos traumáticos y en ocasiones estos pacientes han presentado síntomas de pequeñas lesiones muchas veces tratados de forma conservadora.
Por otro lado, tenemos los pacientes más mayores con un tendón con cierto grado de degeneración en los que por tanto la resistencia es menor y en movimientos que no supondrían una alta demanda pueden romperse con mayor facilidad.
Existen algunas circunstancias que sabemos que se asocian a un mayor riesgo de lesión. El consumo de algunos tipos de antibióticos, como las familias de las quinolonas, o el consumo de anabolizantes pueden afectar la estructura y vascularización de estos tendones y por tanto favorecer este tipo de lesiones.
Tratamiento de la rotura del tendón rotuliano
En todos los casos el tratamiento es quirúrgico, y la forma de resolverlo depende del estado del tendón. Si es un tejido de buena calidad se realiza una sutura con los lados del tendón e incluso de asocia algún tipo de injerto en los casos necesarios. Si el estado es degenerado se asocia de forma sistemática algún tipo de injerto, tanto del propio paciente como de un banco de tejidos. Además, el uso de terapias biológicas puede favorecer la aceleración de la cicatrización a través del estímulo de la vascularización del tejido.
En la actualidad este tipo de lesiones que se producen en pacientes deportistas, con el ciclo de crecimiento cerrado requieren una cirugía temprana para evitar una retracción de los cabos de rotura. Los pacientes con el mismo mecanismo de tracción, pero con los cartílagos de crecimiento abiertos pueden presentar una fractura de la tuberosidad tibial anterior que es el lugar donde se inserta el tendón, debido a la gran potencia del tendón.
La forma de volver a coser este tendón suele necesitar el uso de puntos que atraviesen la rótula de proximal a distal y en caso necesario el uso de algún tipo de injerto tanto del propio paciente como de un banco de tejidos para darle más consistencia al tendón suturado.
Recuperación tras una cirugía por rotura del tendón rotuliano
Después de la cirugía, el periodo de recuperación, que suele ser de varios meses, constará tras un periodo de inmovilización, de una recuperación del arco de movilidad de forma progresiva, tono muscular del cuádriceps, elasticidad y ejercicios de equilibrio y propioceptivos.
El objetivo debe ser el retorno al juego, la práctica deportiva, laboral y, sobre todo, las actividades de vida diaria sin limitaciones.