• Representación 3D de una cadera humana mostrando inflamación y dolor en la articulación, destacada en color rojo para señalar la zona afectada de la cadera y el fémur.

Dolor después de una artroscopia de cadera: ¿Qué lo causa?

Síntomas comunes tras la artroscopia de cadera

Esta vez los pacientes lo tienen muy claro, el dolor después de una artroscopia de cadera no se va o incluso puede reaparecer. Y es el mismo que tenían antes de operarse. Lo que te dicen claramente es que no están bien.

Posiblemente la cirugía que se les ha realizado les ha mejorado, pero ellos tienen un dolor que no les permite hacer su vida normal. No pueden caminar con normalidad, ni subir cuestas, ni conducir mucho rato, sentados en un sitio un poco bajo, no lo toleran o cuando empiezan a correr, tienen que pararse.

Problemas musculares que afectan la recuperación

Dolor muscular después de una artroscopia de cadera: el impacto de la debilidad del psoas y el recto femoral

Lo más frecuente no es que exista una lesión en la articulación. La mayor parte de veces son los músculos, los tendones que no llegan a tener la suficiente fuerza o elasticidad para volver a funcionar bien.

El psoas y el recto femoral, los músculos que flexionan la cadera, necesitan tener tanto fuerza como suficiente elasticidad para generar un movimiento y una potencia que nos permita subir una escalera. Y son los mismos músculos que durante meses no han trabajado normal porque el dolor de cadera no les dejaba estirarse con normalidad.

Es frecuente que las primeras semanas, mientras van con muletas y el nivel no es muy exigente, no se noten, pero en cuanto dejamos las muletas y pedimos más trabajo a nuestra cadera, estos dolores aparezcan o se disparen.

Dolor en la zona del glúteo mayor: causas y soluciones

Otra zona donde frecuentemente se siente dolor después de una artroscopia de cadera es en medio de la nalga. Aquí está el glúteo mayor. Es el músculo que nos permite caminar, subir una escalera, levantarse desde una silla.

Cuando hay problemas de cadera este músculo pierde fuerza y tarda meses en recuperarse. Como estas actividades las iniciamos enseguida y el ritmo de recuperación muscular es más lento que nuestra progresión, aparece dolor en mitad de la nalga. Como un cuchillo que se clava. Debe trabajarse el músculo para que el dolor desaparezca.

Dolor articular: ¿cuándo deberíamos preocuparnos?

Diferenciando entre dolor muscular y dolor articular

El dolor después de una artroscopia de cadera que debería preocuparnos es el dolor persistente en la ingle. Aquel dolor que viene desde la cadera, desde la articulación. Si se mantiene el dolor en esta zona podemos tener un problema de varias causas.

Lo más preocupante es que la cirugía haya sido insuficiente. Cuando rebajamos hueso o suturamos el labrum podemos hacer corto. El miedo a ser demasiado agresivos nos puede llevar a que existan zonas donde no hayamos resuelto el pinzamiento. Y como el labrum puede sufrir las consecuencias, puede volverse a romper. Y esto obliga a volver a operar.

Dolor en la ingle: posibles complicaciones y causas

Si el problema inicial no fuera solamente el pinzamiento y tengamos un cierto grado de artrosis, la rigidez asociada puede empeorar y todas las estructuras de partes blandas pueden reducirnos la movilidad de la cadera y aumentar el dolor.

A pesar de tener buen aspecto radiológico, el dolor y la falta de movilidad pueden llevarnos a realizar otra cirugía. En este caso, podemos plantearnos repetir la artroscopia o incluso cambiar a una prótesis de cadera.

Si la evolución radiológica en las siguientes semanas y meses es peor, con un menor espacio de la articulación, una mayor inestabilidad de la cadera, o incluso una pérdida de la cabeza femoral por una necrosis, no queda otra que poner una prótesis de cadera.

Opciones de tratamiento: ¿nueva artroscopia o prótesis de cadera?

Criterios para optar por una segunda intervención

En estos casos, cuando el dolor después de una artroscopia de cadera persiste, está claro que esta cirugía no fue la mejor solución. Sobre todo, si la nueva cirugía la tenemos que plantear menos de dos años después de la artroscopia. En muchas ocasiones es obvio que los pacientes no mejorarán con una artroscopia y vamos directamente a una prótesis de cadera.

Pero no siempre es tan fácil. Pacientes jóvenes, con un leve desgaste, algunos cambios degenerativos, pueden hacernos dudar si todavía podemos ayudarlos con una técnica que conserve su cadera o directamente optar por una mayor agresividad, sacrificar su cadera y entrar en el mundo de las prótesis de cadera.

Beneficios y riesgos de una prótesis de cadera

Como veremos más adelante, la prótesis de cadera no es la solución definitiva y totalmente segura, sino que tenemos unos problemas que afortunadamente son poco frecuentes pero devastadores para los pacientes.

La tecnología en la toma de decisiones quirúrgicas

Uso de imágenes avanzadas para evaluar el estado de la cadera

Para ayudarnos a tomar estas decisiones utilizamos las tecnologías de imagen, y algoritmos de decisión que nos orientan a la eficacia de las cirugías que realizamos. En el caso de la artroscopia de cadera tenemos una serie de datos que nos ayudan a decidir.

La edad, la relación entre la altura y el peso del paciente, el grado de desgaste del cartílago de la cadera y el espacio articular que hay entre el fémur y la pelvis nos determinan el riesgo mayor o menor de plantear una artroscopia y saber el éxito que tendrá.

Algoritmos de decisión para predecir el éxito de la cirugía

Estas herramientas nos ayudan a decidir quién puede beneficiarse de una cirugía que conserva su cadera, evitando que sea una cirugía innecesaria o cuando plantear directamente otros tratamientos que sean más efectivos.

Conclusión

El dolor después de una artroscopia de cadera puede ser un desafío tanto para los pacientes como para los especialistas. Comprender sus posibles causas, ya sean musculares, articulares o derivadas de la cirugía, es clave para abordar el problema de manera adecuada. El tratamiento correcto dependerá de un diagnóstico preciso y de las condiciones particulares de cada paciente.

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