• Hombre corriendo por un camino asfaltado, con ropa deportiva oscura y detalles en colores brillantes. Se observa un énfasis en su cadera derecha, representando una posible trocanteritis.

Trocanteritis

¿Qué es la trocanteritis?

La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérica, es una inflamación dolorosa de los tejidos que rodean el trocánter mayor, una prominencia ósea en la parte lateral de la cadera. Esta afección afecta principalmente a las estructuras que rodean el trocánter, como los tendones y las bursas, que se ven sometidos a estrés mecánico repetido.

La trocanteritis se caracteriza por un conjunto de síntomas dolorosos localizados en la parte lateral de la cadera, resultantes de las interacciones entre varios tejidos sometidos a estrés mecánico. El dolor puede intensificarse al caminar, levantarse, subir escaleras o incluso al estar acostado sobre el lado afectado.

Puede afectar tanto a personas activas como sedentarias, y su diagnóstico y tratamiento adecuados son esenciales para aliviar el dolor y restaurar la movilidad.

Generalmente, la trocanteritis es causada por una lesión o irritación de las estructuras o tejidos blandos, como músculos, tendones y bursa, que se encuentran en esa área.

Pacientes con trocanteritis

A menudo nos encontramos con pacientes que nos relatan su experiencia padeciendo trocanteritis. María, en este caso, nos expresaba “Llevo dos años con dolor en el costado de la cadera que no me permite dormir una noche seguida. Al levantarme, experimento rigidez y dificultad para moverme, similar a lo que podría sentir una persona de edad avanzada, hasta que consigo entrar en calor. He dejado de viajar porque cuando me duele tengo que pararme y me agobia que todo el mundo me tenga que esperar. Es desesperante.”

El dolor, especialmente cuando es crónico, impacta notablemente el carácter de las personas, provocando irritabilidad en la mayoría de los casos. Esta situación, sumada a la dificultad para diagnosticar adecuadamente la patología crea un escenario que frecuentemente genera un malestar emocional en los pacientes.

Algunos síntomas de la trocanteritis

Tradicionalmente, se pensaba que el dolor estaba principalmente relacionado con la inflamación de la bursa, una bolsa llena de líquido que amortigua entre el hueso y los tendones. Sin embargo, se ha demostrado que el dolor en esta área se debe a pequeñas (y a menudo repetitivas) lesiones en los músculos y tendones glúteos (generalmente el glúteo menor y el glúteo medio).

Este tipo de dolor puede manifestarse durante actividades cotidianas como levantarse, caminar o subir pendientes. Hay pacientes que presentan una mayor dificultad para mover la pierna o subir escaleras. Tras someterse a diversas pruebas y tratamientos como ecografías, resonancias y sesiones de fisioterapia, llegan al Instituto Cugat con la esperanza de poder curar su patología. No obstante, existen varias circunstancias que pueden aumentar la complejidad de esta patología.

Como se mencionó en el artículo sobre la artrosis de cadera, los tejidos envejecen y, a veces, este deterioro no se corresponde con la edad del paciente. El tendón del glúteo medio, así como los tendones en los hombros, tienden a erosionarse más rápidamente en ciertos pacientes. La causa de esta erosión prematura no siempre se debe exclusivamente a un uso excesivo, ya que hemos observado este tipo de desgaste y rotura tanto en atletas como en personas con un estilo de vida más sedentario.

Cuando ocurre una rotura esta puede ser total lo que implica que no es necesario que el tendón se rompa por completo para causar inflamación y dolor en los pacientes. De la misma manera, las roturas totales no siempre provocan un dolor intenso o una pérdida de movilidad. Hay pacientes que, a pesar de tener una rotura completa e incluso con desplazamiento, llevan una vida normal sin apenas molestias en el trocánter.

¿Cómo evaluamos el tratamiento para las trocanteritis?

Para diagnosticar la trocanteritis, es fundamental realizar una exploración física exhaustiva, complementada con pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas.

Es esencial analizar el tiempo y el grado de dolor de cada paciente, así como los resultados obtenidos con los diferentes tratamientos que ha probado, para decidir el plan más adecuado para que se recupere de su lesión. Existen diversas opciones de tratamiento para las lesiones de trocánter, que se organizan según un orden específico.

No todos los tratamientos tienen la misma eficacia ni presentan los mismos inconvenientes; generalmente, a mayor eficacia, mayores molestias durante su aplicación. Por ejemplo, una sesión de fisioterapia no tiene el mismo impacto que una cirugía, aunque esta última sea más eficaz.

Por ello, es crucial evaluar el conjunto de factores involucrados y no centrarse únicamente en la reparación del tendón roto.

Tratamiento de la trocanteritis.

Con un diagnóstico confirmado, la primera opción terapéutica elegida suele ser conservadora, evitando en la mayoría de los casos la necesidad de cirugía. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de pacientes puede ser necesario recurrir a la intervención quirúrgica.

El tratamiento de la trocanteritis comienza con fisioterapia, reposo, analgésicos que incluye ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

Infiltración de cortisona con eco: estas no se pueden repetir a lo largo del tiempo, ya que puede llegar a debilitar los tejidos blandos, sobre todo los tendones. Las ondas de choque: sesiones semanales entre 3-5 semanas reducen el dolor y hasta más de 10 sesiones.

Si no es suficiente, puede ser necesario recurrir a la terapia de ondas de choque extracorpóreas (ESWT) para estimular la reparación del tejido. Otra opción es la infiltración de PRP: es el tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP), que acelera la regeneración del tejido, y en casos más graves, puede ser necesaria la cirugía.

Este enfoque integral alivia el dolor y mejora la calidad de vida del paciente.

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