• Cirujano en el quirófano siendo asistido por personal médico para colocarse la bata esterilizada antes de realizar una cirugía artroscópica de cadera. Monitor y equipo médico visible en el fondo.

Recuperación de una artroscopia de cadera

¿Me voy a recuperar rápido?

“Pero esta cirugía es poca cosa, ¿no?”, o “Esto es entrar y salir y podré ir a trabajar o hacer mi deporte” son algunas de las frases que se dicen en mi consulta cuando los pacientes están gestionando sus propias expectativas.

Las tres cirugías de cadera que más realizamos por vía artroscópica son las lesiones por pinzamiento de cadera, las trocanteritis o síndromes dolorosos del trocánter mayor y los atrapamientos de ciático o síndrome del glúteo profundo. Las tres tienen una recuperación que no es muy complicada pero no es rápida.

Etapas en la recuperación de una artroscopia de cadera.

La recuperación de estas cirugías tiene tres grandes etapas. La primera busca bajar la inflamación de la cirugía, la flexibilidad de los tejidos. La segunda tiene como objetivo darle flexibilidad a los músculos y los tendones de toda el área afectada. Y la tercera busca dar potencia, fuerza a la musculatura junto a la propiocepción.

Esto que no es demasiado complicado se traduce en varias semanas y meses de fisioterapia, rehabilitación, gimnasio, piscina, bicicleta, tablas de repetición, pelotas de pilates, semiesferas para el equilibrio, etc.

Y además estamos hablando de algunos pacientes que son deportistas jóvenes, profesionales, donde el entrenamiento es su trabajo, con musculatura potente, elástica, y que en poco más de dos meses tienen la capacidad de volver a su deporte normal. Y también hablamos de pacientes por encima de 50 años, mujeres en perimenopausia, que no son deportistas, que tienen cierto sobrepeso con las hormonas tiroideas que no funcionan demasiado bien y que se pasarán cerca de un año mejorando muy lentamente.

Todos queremos mejorar al ritmo de los deportistas, pero no tenemos ni su capacidad de recuperación, por edad, por entrenamiento previo, por la misma lesión o por el tiempo que se dedican.

Equipo médico en el quirófano preparando instrumental para cirugía artroscópica de cadera. Cirujano con mascarilla y bata esterilizada manipulando cables y herramientas quirúrgicas.

Equipo del Instituto Cugat realizando una artroscopia.

Ejemplos de tipología de pacientes.

La imagen es sencilla. Jugador profesional con un pinzamiento de cadera. Se rompe el labrum y no puede jugar ni entrenar al ritmo que necesita para competir. Se indica que la mejor solución es operarlo. Viene a la consulta con su representante y su fisioterapia, aparte del médico del club. En menos de una semana lo opero. Va a tener un fisioterapeuta asignado para su recuperación y el trabajo del jugador es recuperarse, descansar y poco más.

En otra película tenemos a una mujer, activa, con un puesto directivo de una empresa, sedentaria pero que diariamente realiza deporte hasta que su pinzamiento le impide jugar al pádel y correr que es lo que hace de forma diaria. En la consulta le acompaña su agenda y la preocupación de cuándo poder operarse coordinando sus obligaciones como responsable de una empresa y como madre de familia. Necesita habitualmente uno o dos meses para encontrar un hueco en su agenda donde pueda cogerse unas semanas para recuperarse.

Pero es que también tenemos a la señora de 60 años que desde hace más de 5 años tiene ese dolor en el lateral de la cadera que durante mucho tiempo le iba a más y menos, que no le permite dormir seguido hace más de dos años, que le han infiltrado varias veces, ha realizado múltiples sesiones de rehabilitación y que se le ha disparado últimamente el dolor. Desde que sabe su diagnóstico y sabe que tendremos que operarla, su preocupación es no ser una carga para la familia y que se fastidien las vacaciones todos por culpa de ella. Así que me pide que le busque fecha para dentro de 4 meses, y si estamos en mayo, no le ponga día hasta por lo menos septiembre que sus nietos ya habrán empezado el colegio y ella los cuida en verano.

La capacidad para recuperarse de todos estos pacientes es absolutamente diferente. Pretender ser uno de ellos y recuperar como el jugador profesional es absurdo. Pero los especialistas debemos saber de antemano donde van a estar cada uno de los pacientes que operamos y explicarles las expectativas más acordes con su estado muscular, deportivo, tiempo de muletas y de rehabilitación que van a necesitar para las diferentes actividades que van a realizar.

Diferencias en la recuperación de una cirugía artroscópica de cadera según el tipo de paciente.

Otro tema muy interesante es el que el ritmo de recuperación no es constante. La rehabilitación no es que cada día me encuentro mejor de una forma constante. Sí que mejoran en semanas y meses, pero a corto plazo no es así. Hay días que duele más o no tengo tanta fuerza. Y eso es porque el ritmo de recuperación no es constante. La musculatura y la articulación necesita momentos de descanso, incluso de la rehabilitación.

Cada paciente es diferente y debemos ajustar a cada uno su propio ritmo. La cadera no tiene obligaciones laborales, ni familiares. A la musculatura le da igual que correr sea tu válvula de escape para el estrés de horas de trabajo. Las estructuras tendinosas cuando les pedimos demasiado se quejan en forma de tendinitis o simplemente no se recuperan bien, y dan dolores puntuales que nos obligan a infiltrar, hacer tratamientos específicos porque hay un tendón o un músculo o una cicatriz que nos dan dolor y no nos dejan recuperar al ritmo que queríamos.

El seguimiento y control de los pacientes por tanto es crítico. Los pacientes que, porque viven lejos de nuestro centro, en otras ciudades o directamente en otros países o continentes, y no podemos controlarlos de cerca, necesitan alguien de su entorno que los guie, que entienda los ritmos de recuperación de ese paciente y que les vaya marcando las pautas de recuperación más adecuadas.

  • Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Instituto Cugat

Síguenos

Recientes

Encuéntranos en Facebook