Las infiltraciones terapéuticas, tanto las intraarticulares como las extraarticulares, son tratamientos frecuentes en aquellos casos en los que el tratamiento conservador inicial no ha sido efectivo.
El dolor articular es un problema común que puede afectar significativamente a la calidad de vida. En este artículo queremos explicaros varias opciones de tratamiento para el dolor articular, desde la rehabilitación hasta las infiltraciones pasando por los tratamientos biológicos como el ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas.
Primera opción: rehabilitación para el dolor articular.
Entre los problemas articulares más comunes encontramos las condropatías de carácter leve o moderado, así como las bursitis o las trocanteritis. Estas últimas se caracterizan por un dolor nocturno que no deja dormir a quienes la padecen, ya que generan dolor al darse la vuelta en la cama, así como al entrar y salir del coche o al ponerse los zapatos.
La tasa de éxito del tratamiento conservador en estos casos es alta, de alrededor del 70%. Existe también cierta motivación extra al saber que, de no responder al tratamiento conservador inicial, se puedan prescribir infiltraciones terapéuticas, aunque luego se descubra que éstas no son dolorosas.
Segunda opción: infiltraciones.
El tratamiento mediante infiltraciones terapéuticas se utiliza en aquellos pacientes que no responden al tratamiento conservador y con un proceso inflamatorio activo ya sea con o sin artrosis. Específicamente, nos podemos encontrar con un pinzamiento femoroacetabular de carácter leve que por el momento no creamos que se deba operar, una artrosis leve o moderada sin tampoco indicación quirúrgica o con una patología del tendón o tendinopatía. Para todos estos casos, nuestro principal objetivo es la disminución del dolor y la inflamación del tejido.
Históricamente el tratamiento más usado han sido las infiltraciones de corticoides con anestésicos locales. Esta opción ha mostrado buenos resultados ya que contienen un fármaco que disminuye efectivamente y de forma rápida la inflamación de los tejidos.
Cuando se aplican a nivel local, los corticoides tienen un efecto mayoritariamente en la zona de infiltración. Por el contrario, cuando se infiltran dentro de una articulación, disminuyen de forma global la inflamación de la membrana sinovial. Al tratarse de dosis bajas, su aplicación no suele dar molestias, pero los efectos positivos que proporcionan son de corta duración y no suelen funcionar en pacientes con problemas crónicos.
Tratamientos a largo plazo.
Si buscamos tratamientos a largo plazo entramos en los tratamientos biológicos. Los más utilizados son el ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas.
Ácido hialurónico.
El ácido hialurónico trata de reproducir las condiciones normales de una articulación debido a que imita al líquido que está en su interior: el líquido sinovial. Su efecto intraarticular es beneficioso y, su eficacia supera, a medio plazo, a la del corticoide.
Plasma rico en plaquetas.
El plasma rico en plaquetas (PRP) es un proceso que varía según la técnica empleada. Para obtenerlo, se centrifuga la sangre del paciente hasta concentrar únicamente el plasma con las plaquetas, que luego se infiltra al lugar de la lesión.
La mayor ventaja que nos proporciona este tratamiento es la aceleración del proceso de cicatrización o curación de esa lesión por un mecanismo natural del propio paciente. Tiene una tasa de eficacia muy alta, rozando el 90%, con unos efectos positivos que muchas veces superan el año de duración. Eso sí, el inconveniente de este tratamiento es que la mejoría no se produce de forma inmediata, sino que tiene un efecto retardado que puede llegar a los 2 o 3 meses.
Su aplicación acostumbra a ser ambulatoria y en casos específicos, como el de la articulación de la cadera, se recomienda realizarla mediante control ecográfico, ya que de ese modo nos aseguramos que infiltramos en el lugar concreto de la lesión.
Sea cual sea la infiltración terapéutica escogida, se recomienda su aplicación siempre conjuntamente con un buen tratamiento de rehabilitación y fisioterapia como el trabajo de tonificación muscular y la elasticidad.