• Foto en blanco y negro donde aparece un hombre de espaldas frente a una venta. Está de espaldas a la foto y lleva tejanos oscuros y la parte superior descubierta. Solo se ve desde un poco más debajo de las nalgas hasta la altura del pecho inferior. Su mano izquierda la tiene en el bolsillo. Sobre la nalga derecha hay círculos concéntricos rojos que indicas que tiene una cadera doloras.

Cadera dolorosa

Me duele la cadera cuando me toco detrás.

“Hace años que me duele la cadera. Me corre un dolor desde aquí detrás que me llega a veces hasta el pie.”

Así empieza en ocasiones una supuesta cadera dolorosa. Se acompaña del gesto del paciente tocándose la parte justo encima de la nalga. Y aquí tengo que hacer una separación muy importante. Hay pacientes que les duele solamente esa zona. No duele la ingle, ni el lateral, sólo esa parte de lo que consideran la cadera, en la parte posterior, debajo de los riñones. Bien, pues esa localización no tiene nada que ver con la cadera.

Exploración del dolor.

Cuando un paciente explica que le duele la parte posterior, justo encima de la nalga y tanto por lo que explica como al explorarlo, sólo es esa zona, estamos seguramente ante un problema de la columna, en su parte más baja, o en la zona de la pelvis, en la articulación sacroilíaca.

En estos casos solemos consultar con el especialista de la columna o incluso con algún reumatólogo si sospechamos que puede tener relación con un problema inflamatorio.

El segundo grupo es un poco más complicado. Tienen dolor en la misma zona, pero también en el lateral de la cadera, cuando se acuestan sobre ese lado se dispara el dolor y normalmente hace mucho tiempo que no pueden ponerse de ese lado. A veces tampoco del otro, tanto porque a veces les duele en los dos lados (aunque el otro empezó más tarde, quizás por caminar mal) o porque simplemente les tira mucho esa zona, aunque estén hacia el otro lado. Además, les duele en ocasiones incluso la ingle, sobre todo cuando están cansados o más doloridos.

En este segundo grupo puede darse todo tipo de posibilidades. Me he encontrado pacientes del primer grupo que realmente su problema es de la espalda pero que con el tiempo tan largo que caminan mal han creado sobrecargas de la musculatura de la cadera, inflamando los músculos y tendones que mueven la pierna. Llegan a tener dolor incluso de la articulación.

Cuando los exploro tienen dolor en todas las zonas, pero cuando realizan algunas sesiones de recuperación suelen mejorar estos dolores “extras” y podemos aislar el dolor principal. En otros pacientes es al revés. El dolor de la zona posterior es secundario a caminar mal por tener una artrosis muy avanzada, con rigidez que no deja mover con normalidad la articulación de la cadera y sobrecarga la parte baja de la espalda. Incluso puede empezar como una trocanteritis, inflamando los tendones laterales de la cadera y sobrecargando la espalda.

Incluso algunos pacientes tienen problemas en los dos sitios. Los compañeros de neurocirugía y los cirujanos de la espalda nos envían muchos pacientes tratados por ellos que se dispara el dolor de la cadera y tienen dudas sobre si se trata de dolores residuales del problema de la espalda que en ocasiones son difíciles de solucionar o problemas de la cadera en los que podemos aliviar dicho dolor.

En cualquier caso, este dolor es esencial explorarlo con meticulosidad y en diferentes ocasiones. Es muy práctico realizar tratamientos de fisioterapia o infiltraciones en diferentes puntos que creemos que puedan ser origen de problema y ver que dolores van persistiendo. En ocasiones orientamos el problema en un punto y la evolución del paciente nos enseña que ese no es el problema principal, sino es una consecuencia de otro dolor que estaba oculto.

  • Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Instituto Cugat

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