• Una mujer con pantalón de corredora de color negro de la que únicamente se ve desde un poco más debajo de las rodillas hasta la zona alta de las pantorrillas, se toca su rodilla izquierda con las dos manos. Rodeando con ambas manos la zona del menisco.

Trasplante de menisco

Las lesiones de menisco son muy frecuentes tanto en la población general como en deportistas. Existen diferentes tipos de lesiones en función de la localización de la lesión en el menisco (cuerno posterior, cuerpo o cuerno anterior), el grado de vascularización de la región afecta (zona blanca, zona blanca-roja y zona roja), el trazo de rotura (longitudinal, radial, oblicua, horizontal, compleja, o en asa de cubo) o la presentación (aguda, subaguda o crónica). El tratamiento más indicado de estas lesiones dependerá de las características del paciente y de los factores arriba indicados.

Cuando una lesión o rotura de menisco no se puede reparar, la extirpación del fragmento lesionado es la única opción con posibilidades razonables de éxito. Este procedimiento se conoce con el nombre de meniscectomía parcial, realizada por artroscopia en la actualidad.

Función del menisco.

Sin embargo, el menisco tiene una función capital en la preservación articular al absorber y distribuir fuerzas de compresión que pasan a través de la articulación cuando ponemos el pie en el suelo. Por tanto, la ausencia total o parcial de menisco, puede conllevar la aparición de desgaste articular o artrosis precoz, problema conocido como un síndrome post-meniscectomía.

Dado que la mayoría de las lesiones meniscales se producen en gente joven por debajo de 50 años, es muy frecuente que este síndrome conlleve una importante limitación en la calidad de vida y actividades de la vida diaria, y supone un riesgo para la articulación.

La progresión hacia una artrosis precoz en el paciente joven es un problema serio sin una solución ideal, puesto que las prótesis o artroplastias de sustitución no pueden o deben implantarse en pacientes jóvenes salvo como último recurso.

El trasplante de menisco.

Ante la delicada situación de un síndrome post-meniscectomía en un paciente joven o relativamente joven, existe una segunda oportunidad para la rodilla que es el trasplante de menisco.

A pesar de que en el pasado se han probado otras técnicas de sustitución de menisco, en la actualidad se acepta que la técnica con mayor recorrido y mejores resultados es el trasplante de un menisco completo de banco de tejidos.

La operación consiste en implantar un menisco de las mismas dimensiones que el menisco nativo del paciente y fijarlo a la tibia (con tacos de hueso o sin ellos) y a la cápsula articular con hilos irreabsorbibles. Es una técnica de dificultad media-alta que requiere de una curva de aprendizaje adecuada para poder realizar la operación minimizando los riesgos y optimizando los resultados.

Es muy importante que el paciente tenga una buena alineación de la pierna (evitar el genu valgo o genu varo) y ésta sea estable (no lesiones asociadas de ligamentos). De lo contrario, los resultados del trasplante meniscal pueden verse afectados negativamente. Cuando existen lesiones asociadas, el trasplante meniscal debe ir asociado a una reconstrucción de ligamentos u osteotomía correctora.

En el Instituto Cugat tenemos una experiencia de más de 20 años realizando esta técnica, con un volumen acumulado de más de 250 procedimientos. Nuestra técnica de elección en la actualidad es el trasplante alogénico (procedente de banco de tejidos) con taco óseo posterior y sin taco óseo anterior, fijado a la periferia (cápsula articular) mediante puntos irreabsorbibles con suturas de alta resistencia.

¿Qué resultados puedes esperar del trasplante de menisco?

Los resultados del trasplante meniscal son muy buenos, con mejoría del dolor, enlentecimiento de la degeneración articular a medio y largo plazo (si el menisco cicatriza correctamente) y mejoría funcional en cuando a actividades cotidianas e incluso deportivas.

Cabe resaltar que el trasplante meniscal permite volver al deporte en la mayoría de los casos, pero que en sólo el 60-70% se vuelve al mismo nivel previo a la lesión. Algunos pacientes futbolistas de alto nivel sí consiguen volver a su nivel previo, pero debe advertirse al paciente que esta situación no es la norma. No obstante, como concepto puede decirse que el trasplante meniscal permite una actividad deportiva pero que las expectativas del paciente deben ser proporcionales a la “gravedad” de su situación.

  • Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del Instituto Cugat

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