• Persona con suéter blanco y jeans azules señalando el área de la cadera con dolor que se remarca con varios círculos concéntricos rojos en esa zona. Imagen perteneciente al artículo "operación de cadera"

Operación de cadera

¿Me tienen que operar la cadera?

Si existe un momento que mezcle alivio y miedo a la vez, sin duda es el instante en que un paciente recibe la frase: “tiene que operarse de la cadera”. Los pacientes cuando llegan al punto que necesitan una cirugía lo saben de antemano. A pocos les pilla de sorpresa. Hace tiempo que les duele. Han hecho diversos tratamientos que no acaban de funcionar. Puede que hayan mejorado, pero el dolor vuelve. No les permite realizar su vida normal, o laboral o incluso la deportiva.

En realidad es un alivio porque por fin ven una línea de esperanza para poder resolver de una vez su problema de cadera. Una cirugía la ven como un punto de resolución ante el dolor. También da miedo porque operarse es un terreno para la mayoría de las personas desconocido lleno de cosas que no son agradables. Desde que te pinchen el brazo, dormirte, pincharte la espalda, que todo vaya bien, tendrán que sondarme, podré caminar, subir escaleras, me valdré por mí mismo… son muchas las preguntas que salen en la consulta y los días siguientes.

Preguntas que los pacientes nos hacen ante una operación de cadera.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Cuando hay que operar una cadera, con técnicas artroscópicas, tanto sea la articulación como la zona del trocánter, solemos realizar en nuestro centro un tipo de anestesia que duerme las piernas. Parecido a la anestesia de los partos. Y se hace así porque el despertar de las piernas es progresivo y no de golpe como la general. De esa forma podemos controlar el dolor de una forma suave sin picos de dolor.

¿Cuánto tiempo tendré que estar en el hospital?

Otra de las cuestiones frecuentes es, ¿cuántos días de hospitalización requiere una operación de cadera? La respuesta es que los pacientes ingresan y pasan una noche en el hospital. Este es un tipo de cirugía que da pocos problemas y con una sola noche nos aseguramos de que tenemos controlado el dolor, y la movilidad de la cadera. Nos da tiempo a que se despierte bien la pierna operada y los fisioterapeutas enseñen al paciente las primeras instrucciones de cómo debe ser su recuperación.

¿Qué técnica se suele utilizar?

La cirugía se realiza con técnicas artroscópicas, es decir, con unos pequeños cortes en la piel de un centímetro cada uno. Tres o cuatro suelen ser suficientes para realizar todos los pasos que necesitamos. Se cierran con un pequeño punto que se retira a los 10 días.

Quitar los puntos no duele, simplemente se nota un pequeño tirón y como la zona está en cicatrización puede molestar, pero realmente no es un proceso doloroso.

¿Tendré que tomar alguna medicación?

La medicación después de operar la cadera suele llevar incluidas además de algunas pastillas para bajar la inflamación, proteger el estómago de toda la medicación, y pastillas contra el dolor, unas inyecciones para poner en la piel de la barriga. Son importantes porque reducen mucho el riesgo de trombos en las piernas.

Aunque el paciente se mueva al día siguiente, la tasa de trombosis es de un cierto riesgo, aunque bajo afortunadamente, pero aun así es preferible reducir ese riesgo por las graves consecuencias que puede tener. Un trombo en una pierna puede desprenderse y taponar un vaso de los pulmones y nos podemos ahogar por una embolia pulmonar. Esa es una situación muy peligrosa para la vida del paciente y por ello debe reducirse al máximo ese riesgo.

¿Tendré que hacer rehabilitación de la cadera?

También se recomienda durante unos días, el uso de muletas para reducir la carga en la cadera operada. Dependiendo de la cirugía variamos a más o menos días. Lo que ninguno se libra es de pasar por rehabilitación. Sesiones antinflamatorias, de flexibilidad, de tono, potencia, propiocepción, bicicleta, elíptica, natación, pilates, yoga.

Hay toda una lista y fases de recuperación que se adaptan a cada paciente para buscar el ritmo más adecuado de rehabilitación. No es igual recuperar a pacientes que su vida normal es de alto nivel deportivo que a personas sedentarias. La edad también influye es los ritmos de recuperación. Los jóvenes tienen una capacidad elevada de recuperarse a un ritmo mucho más rápido que los pacientes de más edad.

Operarse no es un proceso normal ni agradable en sentido general. Pero tampoco es una experiencia traumática. Es un paso necesario que nos ayudará a resolver y mejorar una situación que no avanza y que nos es imposible arreglar con medios menos agresivos. Debemos buscar el entorno más agradable posible, y que la experiencia global del paciente sea lo más positiva posible.

  • Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Instituto Cugat

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