• El Dr. Ramon Cugat examina la rodilla de una paciente equipada con una rodillera ortopédica negra mientras realiza una evaluación clínica en la consulta.

Instituto Cugat pionero en un nuevo tratamiento conservador para la rotura de LCA

Instituto Cugat lanza un tratamiento que evita la cirugía, aplicado desde el año 2000, que añade la rodillera del método Cross. Por ello, el Dr. Cugat viajó a Sídney para estudiar el protocolo a seguir con el Dr. Cross.

Instituto Cugat anunció este pasado mes de septiembre, en el congreso de LCA, que estaba apostando por un tratamiento conservador para evitar pasar por cirugía en casos de rotura del LCA. El uso de PRP (factores de crecimiento) ha conseguido que muchos pacientes se recuperen sin entrar en el quirófano.

En estos momentos estamos realizando un estudio con pacientes del Instituto Cugat y estamos observando que la inmovilización de la rodilla, siguiendo unos rigurosos protocolos, está dando grandes frutos.

Desde el año 2000, el Dr. Cugat ha utilizado factores de crecimiento como alternativa a la cirugía, y desde el año pasado ha incorporado como novedad el uso de la rodillera como apoyo a este tratamiento innovador. El uso de la rodillera fue desarrollado por el doctor australiano Tom Cross, y Ramon Cugat lo está aplicando con buenos resultados.

Primer plano de la rodilla de una paciente con una rodillera articulada negra mientras el Dr. Ramon Cugat supervisa el posicionamiento en una consulta médica.

¿Pero en qué consiste esta técnica del Dr. Cugat?

  • Inmovilización controlada durante las primeras semanas, en una posición concreta, para proteger el LCA y facilitar su cicatrización.
  • Rehabilitación neuromuscular personalizada, enfocada en la recuperación de la fuerza, la estabilidad y el control motor de la rodilla.
  • Seguimiento con resonancias magnéticas, para evaluar la evolución del ligamento y su posible regeneración estructural.
  • Evaluaciones funcionales periódicas, para asegurar la recuperación progresiva y segura del paciente.

¿Y quién puede beneficiarse?

No se trata de evitar la cirugía “porque sí”. Se trata de hacerlo cuando tiene sentido médico. Este enfoque está especialmente indicado en:

  • Personas con rotura completa del LCA, pero sin inestabilidad funcional severa.
  • Pacientes comprometidos, con buena musculatura y control neuromuscular.
  • Lesiones con buen remanente visible en la resonancia.
  • Casos sin lesiones meniscales o condales complejas.

Las ventajas: más allá de evitar el bisturí

  • Evitar riesgos quirúrgicos y tiempos prolongados de recuperación.
  • Mantener estructuras y sensaciones naturales de la rodilla.
  • Retornar antes a la vida activa, en algunos casos.
  • Tomar el control del proceso de recuperación.

Para saber más

Si quieres profundizar en este enfoque innovador y conocer el respaldo clínico detrás del tratamiento conservador para la rotura del LCA, te recomendamos los siguientes enlaces:

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